Todos los hinchas de River deberíamos tenerlo para no olvidar, para aprender y para no seguir repitiendo errores. Gran aporte para reflexionar y no olvidar.
Gon Pik
Te agradezco a vos por haberlo escrito, con 16 años pude conocer con mayor detalle como nos destruyeron, había cosas que nunca lei.
Matías López Duberti
El Libro es espectacular, explica todo muy bien.
Esteban Etbrech
No me va a alcanzar con leerlo una vez, esta clarisimo.
Y gracias a vos por querer y defender a River como un verdadero hincha. Necesitamos más "Gastones" y menos hinchas de la hinchada.
Gonzalo Magarinos
Termine el libro! muy bueno! muy completo! la verdad espectacular!
te felicito por el laburo y por la investigacion sobre todo!
Diego Sendón.
Como con palabras simples se puede describir semejante daño
Lautaro Brest
Hola, señor corti, lo estoy leyendo y la verdad que esta muy muy bueno, lo felicito
Rodo Hudson
Gastón;
Leí tu libro, me parece una excelente crónica de los hechos que se fueron sucediendo, durante los mandatos de Aguilar, que nos llevaron a una crisis institucional y deportiva de no dejar nada en pie, que nos llevo al ultimo infierno.
Te has informado y enumeras cada uno de esos hechos, que en si conforman la entelequia, de la crisis estructural del Club. Comparto que ese es el huevo de la serpiente.
Angel A. Berto Braida
Muchos dicen que se le iban cayendo lagrimones a medida que lo iban leyendo, creo que voy a ser uno de ellos.
Javier Ciraulo.-
Yo me compre La Caída de River, y es EXCELENTE!
Lo leí en 2 días, analiza sobre todo cuales fueron las decisiones que fueron tomando Aguilar, Passarella, y sus secuaces... Mas que nada desde el punto de vista de las ventas e incorporaciones de jugadores. Cuenta como fueron empobreciendo al club hasta dejarlo en el estado actual. También cuenta con un análisis de las elecciones de 2009, bastante interesante teniendo en cuenta que el autor es Licenciado en Ciencias Políticas.
De lectura imprescindible para todos los hinchas y -sobretodo- socios de River. Por ahi no le dieron tanta bola en los medios, pero repito que me parecio excelente.
En el libro “La Caída de River”, el Lic. en Ciencias Políticas Gastón Corti desarrolla en forma minuciosa los acontecimientos más relevantes de la vida del Club Atlético River Plate desde la asunción del Doctor José María Aguilar a la presidencia en Diciembre de 2001 hasta el descenso del equipo en Junio de 2011.
martes, 21 de febrero de 2012
jueves, 16 de febrero de 2012
Nota sobre el libro escrita por Alejandro Dubesarsky
El sufrimiento de un hincha por el infierno
futbolístico de los Millonarios
River, la caída
River, la caída
Alejandro Dubesarsky
aledube@gmail.com
aledube@gmail.com
El 26 de Junio de
2011, se consumó la peor pesadilla para River, empató con Belgrano y descendió
a la B Nacional. Fue el final ( previsible?) para un club que hacía tiempo
había en crisis.
Sus hinchas hoy no soportan las cargadas de
su enemigo, de Boca, que además de gozar de la desgracia ajena, se
regocija ganando el campeonato argentino.
Se han hecho cientos de análisis, opinaron
jugadores, técnicos, periodistas y hasta
sociólogos y psicólogos. Todos dieron su punto de vista, desde lo
científico o desde la pasión. Entre estos últimos, se encuentra Gastón Corti,
un joven de 27 años, fanático de River, seguidor en las “buenas y en las
malas”, como se suele decir.
Corti, escribió su libro La Caída de River, que desde la foto
elegida para la tapa, señala a quien considera el mayor culpable de que el
cuadro que más torneos locales ganó haya llegado adonde llegó:a José María Aguilar, presidente
millonario entre 2002 y 2009. Contrataciones de jugadores de dudoso nivel,
fracasos internacionales, venta indiscriminada de las “joyas de la abuela”
(jugadores de primera y juveniles), que servían en la teoría para salvar a
River de la quiebra.
Daniel Passarella, tampoco, se salva. Llegó
como el Mesías que venía a redimir
al club por el que había dejado todo como futbolista, para mostrar que podía
manejar a su River, con el que había salido campeón como jugador y como DT. Sin
embargo, El Gran Capìtán, no hizo más
que terminar de hundir al “Millo”. Eso sí, se escudaba en que recibido a un
club que era igual al “Kosovo· devastado por la guerra”.Al igual que en la política
nacional- no de casualidad Corti, licenciado en Ciencias Políticas, cita
constatemente frases y dichos de autores relacionados con su profesión y
compara a los dirigentes de River con los conductores de la Argentina,
encontrando el hincha devendido en
periodista- escritor, muy pocas diferencias.
Corti, no oculta jamás su parcialismo y el
sufrimiento que lo vive en el día a día y también en las tribunas del
Monumental. Las culpas- además de los dirigentes como ya lo dijo- fue también
de los arbitros y de la AFA que “conspiraron”, que favorecieron a Boca, que
cobraron penales inexistente, que expulsaron en forma injusta a los de la banda
y con River en clausurar el estadio por “minuciodades” como un enfrentamiento entre sectores de la barra
y muerte de algunos de ellos y por expulsar en forma injusta a los de la banda.
En su afán de tratar de explicar con la
cabeza lo que sufre su alma y su corazón, Corti, que se asoció a River a los 12
años y a escasos 2 meses de haber ganado su segunda Copa Libertadores, trae
palabras del filósofo Ricardo Forster. Forster, que traza un paralelismo entre
River y la Argentina. Entre los millonarios y la “Pizza con Champagne” del
neoliberlismo de la Argentina de Menem ( hincha de River, por si alguno lo
olvida) en los ´90 y la gloria de los de Núñez en aquella época y el hundimiento
de ambos, uno en 2001-2002 y el otro en 2011.
Forster, escribió: “El descenso es el pequeño
descenso a los infiernos de los futboleros y, tal vez sea cierto, si se pasa se
retorna mejor; pero duele. Uno sabe que es un negocio, que está todo podrido,
que no hay amor por la camiseta, que la TV, que la AFA, que la FIFA, sabemos
todo, pero duele” ( los negocios, son muy similares a de la “gran Argentina de
la Revolución Productiva que nunca llegó”.“ Lo que le ocurre a River, es igual
a del uno a uno y los viajes a Miami en busca del Primer Mundo, ganó todo lo
que se podía ganar y formó equipos de excepción (¿cómo olvidar a Francescoli, a
Salas, a Gallardo, al mejor Orteguita, a Crespo, a Astrada), pero lo hizo al
precio de ir dinamitando, sin que nadie se diera cuenta porque los triunfos son
como la miel, el patrimonio del club llevando su endeudamiento a cifras
astronómicas”.
Como lo hace la presidenta, no falta lugar
para pegarle a los grandes medios:
” también la década de la hegemonía de
Torneos y Competencias, de la transformación del fútbol nacional en un
gigantesco negocio oscuramente
administrado por el eterno Grondona y sus nuevos socios de la corporación
mediática. Años de privatizaciones y de bancarrotas de clubes controlados y
vaciados por dirigentes cada vez más ricos. Años de fiesta cuyos gastos serían
pagados al precio de desguazar el patrimonio del club pero en nombre de un
presente absoluto convertido en una ficción capaz de ocultar la destrucción que
se avizoraba en un futuro no muy lejano”, señala en su nota Forster.
Corti, mezclando sus estudios y el amor por
la roja y blanca, se identifica con las idea de Ricardo Forster: “:” Nuestro
diciembre de 2001 acaba de ocurrir con cierta demora. José María Aguilar fue
nuestro seudo progresista que vino a reemplazar al menemismo de los Davicce y
Pintado, y lo hizo en nombre del saneamiento
moral del club utilizando un tipo de retórica muy parecida a la del
republicanismo virtuoso de los constructores de la Alianza que llevó a De la
Rúa al gobierno y después a la catástrofe. Aguilar, amparado en su astucia de
tipo con un discurso avanzado y con su facha de buen administrador, no hizo más
que llevar hasta su máxima expresión el desfalco iniciado en los ’90.
Utilizando imágenes y conceptos de la política podría decirse que construyó con
esmero nuestro corralito junto con la expropiación de lo que le quedaba a un
club cada vez más exhausto financieramente al mismo tiempo que avaló, junto con
el adversario de siempre y la mirada cómplice y doncornealesca del mandamás de
la AFA, la entrega brutal del fútbol argentino al grupo Clarín y a la lógica
privatizadora”.
Finalmente, tanto Corti como el intelectual
K,. se esperanzan: “Así como una inesperada inflexión vino a cambiar el rumbo
decadente del país iniciando, en mayo de 2003, otra historia capaz de romper
con el legado maldito de los ’90, es imaginable pensar que esta caída en abismo
de River pueda llegar a inaugurar otra etapa en su larguísima y gloriosa
travesía futbolística. Una etapa de recuperación de la esencia del club que
sólo podrá ir de la mano con un abandono de prácticas hechas de fraudes y
mentiras”.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)